Cuando Neil Armstrong pisó por primera vez la Luna tuvo la sensación de sentirse solo, quizás abandonado. Rodeado de un vacío inescrutable sus pasos eran torpes e indecisos. El contacto visual con el módulo de transporte le producía una seguridad incierta. Suspiró, y se sintió aliviado.
Esa misma sensación debió de tener Rafa al verse solo, sin que nadie le sujetara. Agarrándose a cualquier cosa que diera seguridad... Nos mira, y suspira.
Pero aún tenemos que aprender a controlar, y superar, las leyes de la gravedad (en este aspecto, Armstrong lo tuvo más fácil)
"Este es un pequeño paso para Rafa, pero un gran salto de superabilidad"
¡Grande, Rafa!
ResponderEliminar¡ A D E L A N T E !