miércoles, 12 de mayo de 2010

Rafa puede.


Cuando Neil Armstrong pisó por primera vez la Luna tuvo la sensación de sentirse solo, quizás abandonado. Rodeado de un vacío inescrutable sus pasos eran torpes e indecisos. El contacto visual con el módulo de transporte le producía una seguridad incierta. Suspiró, y se sintió aliviado.

Esa misma sensación debió de tener Rafa al verse solo, sin que nadie le sujetara. Agarrándose a cualquier cosa que diera seguridad... Nos mira, y suspira.
Pero aún tenemos que aprender a controlar, y superar, las leyes de la gravedad (en este aspecto, Armstrong lo tuvo más fácil)

"Este es un pequeño paso para Rafa, pero un gran salto de superabilidad"

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